La leche materna es el alimento que mejor puede suministrar una madre a su bebé, además de ser la fórmula ideal para perder el peso adquirido en el embarazo. Amamantar es la manera más rápida de adelgazar luego del parto. Los científicos aseguran que cuanto mayor sea el tiempo en que amamante a su bebé, más peso pierde. Los beneficios de la lactancia para la salud de la madre son fundamentales, pero no es el único.
Cada día son más las mujeres se inclinan por amamantar a sus bebés, ya que conocen de la importancia de este alimento para la salud presente y futura de sus hijos. Desde la antigüedad existen mitos que hoy los científicos investigan para comprobar si tienen justificación real. Ejemplo de mito: “Las mamás no deben bajar de peso ni hacer ejercicio mientras amamantan”.
Un estudio realizado
en la Universidad de Carolina del Norte, y publicado en el New England Journal
of Medicine, menciona que los niños de mujeres que bajaron 1/2 kilo a la semana
mientras daban de lactar son de igual forma saludable que los bebe de las
madres que amamantaron sin hacer dieta ni ejercicio físico.
El estudio se llevó a
cabo con madres que tenían un índice de masa corporal de al menos 25, por lo
que debe observarse con cautela, debido a que estos resultados pudieran no ser
iguales con mujeres más delgadas, o con niños que fueran bajo peso al nacer.
Además, se valoró a madres que bajaron de peso cuatro semanas después del parto,
hasta 14 semanas después del alumbramiento.
Otros científicos advierten
que dietas rigurosas y ejercicio deben posponerse de cuatro a seis meses
posteriores al parto, cuando la leche materna no es el único alimento del niño.
Es aconsejable consultar con tu médico si recomienda iniciar tú dieta cuando tu
bebé cumpla un mes o si corresponde esperar varios meses hasta que esté más
grande.